Esta es una pregunta difícil de contestar, sabemos el día en el que somos mayores de edad, sabemos el día concreto en el que nos jubilamos…, pero no sabemos cuándo entramos en lo que aún se llama la tercera edad, ni en la cuarta edad, igual que no sabemos cuándo entramos en la segunda edad. Oficialmente, se inicia la tercera edad con la jubilación.
Cada persona envejece de una manera diferente, es un proceso que viene marcado además de por la edad cronológica y por la biología, por la dimensión humana y social de cada persona.
Durante toda la vida, cada uno nos desarrollamos de una forma distinta, con unos valores distintos y también distintas maneras de ser felices y eso como es lógico no cambia con la edad.
Cuando llega el momento de la jubilación y la vida de las personas ya no gira alrededor del trabajo sino del tiempo libre, es cuando la cultura y el ocio creativo permiten a las personas mayores continuar con una vida social activa, positiva y feliz; y una persona activa se siente útil y tiene un estado de ánimo positivo.
Las actividades socioculturales, artísticas y creativas aportan ganas de vivir y estímulo a las personas para mantenerse activos y comprometidos con la sociedad.
Entre las opciones disponibles para las personas mayores está el permanecer en sus casas o trasladarse con sus familiares y también los centros de día, las viviendas tuteladas, los apartamentos con servicios, las residencias….
En este contexto, la animación sociocultural como “el proceso de un grupo, en una situación concreta que va a generar convivencia y participación”, se convierte en esencial para las personas mayores; ya que va a influir en los modos de relacionarse, de comunicarse, en el sentimiento de pertenencia a un grupo y a un proyecto común, y en la vivencia de un espacio y tiempo compartidos.
La metodología debe de ser motivadora, posibilitadora, dialógica, no competitiva, grupal, coherente, flexible, activa y participativa.
Si se pretende dejar atrás la pasividad, el aburrimiento, la soledad y el aislamiento, para buscar la participación de las personas mayores, hay que despertar su interés, dejar claros los objetivos, tener unas metas alcanzables para todos, conocer que actividades tienen éxito, y cuales son consecuentes con los objetivos, manteniendo siempre la variedad, la creatividad, la innovación, y posibilitando y buscando la participación y la colaboración.
Además, hay que tener presente que es más fácil aprender y motivar a las personas mayores cuando se elige un material acorde a la actividad, que se presenta adecuadamente, proporcionando seguridad y tranquilidad para potenciar las capacidades de cada persona
Una elección al envejecer es hacerlo viviendo más y disfrutando del tiempo libre para retomar lo que por uno u otro motivo no se pudo hacer durante la vida activa.
Actualmente, con el aumento de la esperanza de vida, podemos disfrutar de muchos años de vida plena, activa y feliz después de la jubilación.
Es necesario fomentar que las personas de la tercera edad mantengan la integración en la sociedad y el hecho de que vivan en una residencia no es sinónimo ni de un abandono familiar ni de no ser útiles a la sociedad.
Las actividades socioculturales en residencias y centros de día no solo entretienen, sino que ayudan a relacionarse, a comunicarse, a convivir, a pertenecer a un grupo y a conservar y mantener habilidades. Permiten mantenerse activos intelectualmente, con una sensación de satisfacción personal y de confianza, facilitando las relaciones personales, ayudando a las personas mayores a seguir activas.
Fuentes: http:// veronicabielsa.wordpress.com/
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